domingo, 16 de mayo de 2010

CORNELL
en la Fuerza Aérea chilena

M-62B, FACH 35, de la Escuela de Aviación "Capitán Manuel Ávalos Prado", sobrevolando la zona sur, en un Raid Promocional, Septiembre de 1942


por Sergio Pulgar

Aun cuando la Fuerza Aérea estadounidense no era independiente en lo formal, ya estaba aprovechando las circunstancias bélicas para ocupar el lugar en la influencia y posterior intervención en la reorganización de la Fuerza Aérea chilena a la fecha con diez años de Institución autónoma en el contexto de las Fuerzas Armadas.

Siempre inquietos por el avance de la supremacía alemana y europea en Chile y América, los estadounidenses, fieles a su tradición, comenzaron a intervenir amistosamente en la renovación de los aviones necesarios para aumentar la eficiencia de la Aviación de Guerra chilena, a la sazón dotada de Junkers, Focke Wulf y Arado, aunque en lo referido a su dotación humana era claramente fiel al estilo inglés.
Todo ello significó que cuando la Guerra no permitió el abastecimiento de repuestos para los aviones alemanes, la desagradable experiencia con los italianos y la presión de los norteamericanos disfrazada de asesoría o apoyo, Chile debiera aceptar la colaboración de éstos, sumado al ofrecimiento de gran cantidad de aeronaves de diverso tipo, cuya prueba tangible había sido la entrega de los primeros T-6 (NA-44) en 1940; se rematara con una primera partida de M-62B de motor radial Warner SCARAB de 165 hp, en Abril de 1941, siendo luego aumentada con la versión PT-19 (65) y algunos PT-26
(?), reuniéndose alrededor de 98 aviones en total sólo de entrenamiento primario (PT=Primary Trainer).

M-62B

Con el arribo de los M-62B, la Escuela de Aviación pudo comenzar a organizar el entrenamiento de sus Oficiales Pilotos mediante postulación abierta dirigida a los jóvenes que soñaban con verse comandando algunas de las entonces poderosas aeronaves que surcaban nuestros cielos; sin tener que depender de la destinación desde las otras escuelas matrices de oficiales previamente entrenados de acuerdo a sus ramas de origen y que se hacía siempre dificultoso para ellos postular a la Aviación dado el celo de la tradicionales instituciones armadas y la poca esperanza en la novel Fuerza Aérea.

En ese contexto se planeó y realizó un Raid promocional al mando del entonces Cdte. de Escuadrilla Felipe LATORRE J. aprovechando de estrenar el primer Curso de Instructores que tendrían la hermosa misión de enseñar las artes del vuelo al primer Curso de CADETES aviadores. Este Raid duró 6 días y partió desde El Bosque hasta Temuco entre el 23 y el 28 de Septiembre de 1942

Estos aviones tuvieron las primeras matrículas de la serie, desde el 16 al 40 , de acuerdo a investigadores del Smithsonian, siendo Chile el único en adquirir 25 M-62B.

PT-19A y B

Posteriormente se sumaron los PT-19, en cantidad más que suficiente para motivar a cualquiera que aspirase a ser Piloto de la Fuerza Aérea. Estos tuvieron la responsabilidad de preparar al selecto grupo de elegidos para formar la futura elite de los Pilotos de Combate y que fuera la que consolidase definitivamente a la Fuerza Aérea como una Institución autosuficiente, eficiente y confiable; que bajo la férrea y visionaria conducción de ARTURO MERINO BENITEZ se convirtiese en la base de la aeronáutica nacional chilena, con la creación de LAN CHILE, el Correo Aéreo, los Clubes Aéreos y la hoy también eficiente Dirección General de Aeronáutica Civil; donde el CORNELL tuvo más que una participación, sino el protagonista principal, pues paralelamente a su misión de entrenadores en la Escuela de Aviación, varios fueron cedidos a los Clubes Aéreos formados al alero de la FACH a lo largo de todo Chile desde Arica a Punta Arenas.

Así en 1945 se les veía volando aún con los números FACH e incluso con las insignias de la Escuela de Aviación, el singular patito sentado en su cascarón. Luego serían definitivamente transferidos a éstas instituciones civiles y repintados en vistosos colores al estilo de los estadounidenses, pero con normativas y orden nacional.

En el contexto de su servicio civil, existen varios hitos que, sin constituir hazañas, son lo suficientemente bizarros como para recordarlos como el lanzamiento en paracaídas en 1948 desde PT-19 en Punta Arenas de al menos dos ex combatientes franceses y el más osado que fue el reabastecimiento en vuelo de un CESSNA 170 del Club Aéreo de Santiago que intentaba establecer el record de permanencia en vuelo el 21 de Diciembre de 1951.

Su carrera en la Escuela de Aviación culminó en 1954 con el arribo de los primeros y hoy históricos MENTOR T-34, siendo traspasados completamente a la Dirección General de Aeronáutica y Clubes Aéreos donde sirvieron hasta mediados de los 60 cuando sus retorcidas alas de madera ya no daban la seguridad de sus primeros tiempos, pero dejando un grato y cariñoso recuerdo en los «viejos pilotos»...


¿PT-26 o sólo PT-19 con cabina cerrada?

Del PT-26 poco se logra saber, incluso las matrículas, ya que la información es celosamente guardada y han resultado infructuosas las solicitudes a quienes las cautelan, pero si hemos rescatado algunos comentarios sabrosos como que tradicionalmente el PT-26 era facilitado a los Oficiales Pilotos recién casados para iniciar su Luna de Miel. Asimismo se le empleó en la Inspección que realizaba la Dirección de Aeronáutica a los Pilotos y Mecánicos de los Clubes Aéreos del país.

Ahora, Chile, formalmente no adquirió PT-26, sino que serían sólo algunos PT-19B, a los cuales se les habría instalado la carlinga, siendo materia de investigación, la serie de estos aviones.

Mientras no halla más certeza documental, se mantendrá esta designación, para diferenciarlos de los PT-19 clásicos.

PT-19 sobrevivientes en Chile

Actualmente se encuentran preservados al menos dos PT-19 en el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio en Los Cerrillos, uno en condición de vuelo que fuera donado por Brasil (64) y otro de la partida original pero que sólo es para muestra estática y que se encuentra actualmente en restauración (50).

PT-19, FACH 64 (ficticio), CORNELL, de la Escuadrilla del Recuerdo, del Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio de Chile, en una presentación en FIDA; Base Aérea El Bosque. Actualmente en la Sala de exhibición en Los Cerrillos. La aeronave se obtuvo por canje con el Museo Aeronáutico de Brasil. En vuelo.